Una vez cumplimos los requisitos para acceder a un préstamo hipotecario, es necesario gestionar el resto de gastos con el fin de llevar a cabo un correcto control de la economía doméstica. Se recomienda, en muchos casos, diseñar plantillas para que consten los gastos más comunes y poder compensarlos con los ingresos.
¿Cuáles son los gastos más comunes en el hogar?
Como la mayoría de las familias podrá apreciar, el gasto más común y mayor dentro de la economía doméstica suele ser el pago de alquiler o hipoteca. Comprar una casa sin ayuda de una entidad financiera no está al alcance de cualquier persona, y menos durante lo últimos años. Es por ello que los bancos exigen el cumplimiento de una serie de requisitos para garantizar el beneficio a través del tipo de interés añadido sobre el capital prestado.
Evidentemente, dentro de las familias existen diferenciaciones que hacen que unos inviertan su dinero en unas cosas en detrimento de otras. Por no hablar de las diferencias salariales que podemos encontrar, ya no sólo en cuanto a comunidades autónomas, sino dentro de un mismo municipio. Existen también factores externos como los tipos de interés en zonas determinadas o el sistema de regulación fiscal, haciendo que una familia no tenga los mismos gastos en la capital que en resto de España, por ejemplo.
Sin embargo, hay ciertos gastos que suelen ser comunes a casi todas las familias del país, aún con diferencias de precio entre unos y otros. Podemos destacar los siguientes:
- Costes de servicios: En esta categoría incluiríamos todos aquellos servicios que son, en mayor o menor medida, necesarios para el día a día de las personas. Por ejemplo, servicios de alta de luz, gas, agua o la contratación de Internet y teléfono.
- Gastos en educación: Las matrículas en colegios, institutos, universidades o academias suponen un gasto importante, pero necesario en la mayoría de las familias
- Gastos necesarios como Alimentación: Los gastos en comida y bebida.
- Contratación de pólizas de seguros: Las más comunes son las de hogar y auto. Básicamente, porque son obligatorias.
- Gasolina y otros combustibles: El coste de mantenimiento de los vehículos si los hubiere suele ser uno de los más comunes entre las familias y parejas españolas.
- Tareas lúdicas o de entretenimiento: En esta categoría encontramos aquellas actividades, normalmente de los hijos. Por ejemplo, el equipo de fútbol, clases de tenis, natación o las cuotas de gimnasio de los más mayores. También incluiríamos en este apartado el dinero que empleamos en tiempo libre, como ir al cine, cenar o, los viajes y vacaciones.
Principales medidas de ahorro en el hogar
Con el fin de que el usuario adopte mejores resultados en el día a día de su economía doméstica, podemos destacar las siguientes medidas que permitan ahorrar dinero considerablemente:
- Prestar especial atención a ofertas y descuentos y comparar compañías. Especialmente en servicios como luz, gas, agua o Internet, conviene comprara las tarifas de luz más baratas de las principales compañías con el fin de escoger aquellas que más se adapten a nuestros hábitos de consumo. De esta manera podemos conseguir un mayor ahorro en la contratación de este tipo de servicios.
- Llevar un control de los gastos y los ingresos. Existen para ello plantillas de gastos e ingresos, con el fin de que los usuarios lleven a cabo un control diario del dinero del hogar. Conociendo lo que entra y lo que sale en cada momento, y pudiendo saber diariamente cuánto dinero podrá o no invertir en cualquier caso.
- Estar atento ante las promociones y descuentos en el momento de compra de otros productos o servicios. Ya sean de primera o de segunda necesidad.
- Llevar a cabo políticas de consumo de energía responsables. Esto, además de ahorrar dinero, permitirá también el fomentar un uso sostenible de los recursos para con el medio ambiente. El poder consumir de forma responsable permite múltiples beneficios sin realizar mucho sacrificio, siendo una práctica altamente rentable. Algunas de las medidas más comunes a realizar son: apagar los electrodomésticos en el momento de no utilización, utilización del modo ahorro, usar bombillas de bajo consumo, decantarse por energías más limpias como el gas natural o aislar correctamente el domicilio al usar calefacción o aire acondicionado.