Tras publicar en la versión de papel de Ultima Hora Mallorca un artículo titulado ‘Más de una década de hipotecas congeladas’, editamos en Futur Hipotecas las claves de las hipotecas con interés negativo que se nos avecinan en los próximos años y cómo afecta esta evolución del Euribor a la elección de un préstamo hipotecario a tipo fijo o interés variable.
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A principios de 2016 el tipo de interés usado como referencia de la gran mayoría de préstamos hipotecarios a tipo variable se adentró en territorio helado desconocido: la media del Euribor a un año del mes de febrero de ese año cerró en el -0,008%. Mes tras mes ha seguido perforando valores negativos cada vez más profundos.
En agosto de 2019 alcanzó su aparente mínimo histórico con un -0,356%, para volver a subir en un espejismo de primavera hipotecaria (siendo la banca la que empezaba a disfrutar del calor de la rentabilidad creciente) hasta el -0,081% de mayo de 2020. La Covid-19 llegó para trastocar los planes mundiales, también en materia hipotecaria, y el Euribor volvió a su senda bajista de forma brusca, con un máximo histórico absoluto del mes pasado del -0,466%.
Casi 5 años de tipos hipotecarios congelados que, según directivos de la banca de la relevancia de Gonzalo Gortazar, consejero delegado de CaixaBank, pueden alargarse aún hasta el año 2031. Ha leído bien el lector: una década más de Euribor en negativo. Simplificando la definición del actual Euro Interbank Offered Rate, esto supone aceptar que los bancos estarían dispuestos a prestarse dinero entre sí a un plazo de un año pagando al que recibe el dinero en préstamo, en lugar de cobrándole intereses. Un mundo financiero al revés que ha pasado de coyuntura a nuevo paradigma.
Si se contrató la hipoteca en tiempos de espejismo de bonanza, antes del anterior estallido de la burbuja inmobiliaria, puede que se esté endeudado a un Euribor + 0,17% (hipoteca de Deutsche Bank), a un Euribor + 0,18% (Bankinter) o con diferenciales algo mayores, como el Euribor + 0,39% del Barclays. Multitud de préstamos hipotecarios a tipo variable con diferenciales por debajo del 0,45% que arrojarán en las próximas revisiones un tipo de interés nominal negativo. ¿Pagará el banco por haber prestado dinero a largo plazo a sus clientes?
La respuesta está clara si se firmó la hipoteca tras la entrada en vigor de la Ley 5/2019 de 15 de marzo, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario (3 meses después de su publicación en el BOE): El interés remuneratorio de los préstamos hipotecarios a tipo variable no podrá ser negativo.
Si se firmó antes, la cosa desde mi punto de vista también está clara: hay que aplicar los intereses negativos al hipotecado, lo que supone amortizar más capital del importe pagado en cada mensualidad. En general los bancos se negarán y tendremos que acudir a la respuesta de José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en una intervención en el Parlamento Europeo, preguntado por el eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano: los bancos deberán “pagar” al hipotecado si el interés resultante es negativo.
Ante un escenario de hipotecas en negativo durante una década ¿conviene hipotecarse a tipo fijo o variable? Depende del perfil de cada familia, hay que valorar si conviene más la seguridad del tipo fijo o la probable rentabilidad de la deuda a tipo variable.
Un frío glacial que, en todo caso, no congela los corazones de las familias endeudadas, sino más bien todo lo contrario. Con un escenario de hipotecas con interés negativo es un buen momento para solicitar financiación. La clave: ¿me conviene más una hipoteca a tipo fijo o a interés negativo? La respuesta: los expertos en hipotecas.